miércoles, 2 de febrero de 2011

Hoy he aprendido a hacer tributos a Bruuks.

Hoy he aprendido que la ausencia es azul y blanca, la justicia una espiral y que las dos pueden estar en tus manos. Que el adulterio está en tus medias y la venganza en tu falda. Que Clitemnestra no era tan mala, Elektra no tan depresiva y el Vigía vale mucho más que para esperar. Que todos tenemos derecho a todo, que somos egoístas. Que cuatro son más que uno, que pueden más que uno y que cuatro pueden ser uno. Que soñar es necesario y hacerlo con compañía precioso. Que cualquier cosa es excusa cuando se está a gusto. Que no todo es tan malo, que nadie es tan malo. Que las apariencias engañan, el tiempo se exagera y los camareros se alteran. Que "3996" te abrirá muchas puertas, bueno, al menos una. Que un vínculo puede hacerse enorme en muy poco tiempo y eso lo sabes tú, y tú, y tú. Que hay pocas cosas más importantes que esas tres, que me hacen feliz, que consiguen que todo sea superior. Que la unión hace la fuerza. Que hay cosas que jamás pueden agradecerse lo suficiente.
Hoy he aprendido a llorar.