miércoles, 29 de diciembre de 2010

Onda busca corpúsculo (tributo a Bruuks)

Estaba tumbada en el suelo. Con el pantalón ligeramente bajado y la camiseta ligeramente subida. Con mucho frío en los riñones. Con uno de los dolores de espalda más fuertes que había vivido en los últimos dos años, por no decir 17. Rodeada de una especie de sacos de plástico rellenos de aire, gomaespuma, cartón y plástico de embalar, sí, el de las burbujitas, y no las estaba explotando. En su lugar estaba recordando todas y cada una de las palabras que habían cruzado hoy. Todas, intentando que sea sin excepción, por muy imposible que resulte.
Muchas veces se ponía a pensar en que quizá Claudia tenga razón. Escribir su vida no sería algo tan alocado como le podía parecer en numerosas ocasiones. Se daba cuenta al terminar en un soportal, un banco de piedra o el frío asiento del andén del metro de confidencias.
Vaya fin de año. Alucinante.
Se enamoraba de todo, al menos eso le decía Juanma. Y este caso no iba a ser una excepción. Las dificultades le enseñaron a amar todo lo amable (del verbo amar). Los cambios a sonreír por las pequeñas cosas, a disfrutar cada segundo. Él sabía muy bien como funcionaba su pequeño cerebro retorcido, el que aún quería descubrirlo era otro. Otro totalmente diferente.

El karma, o que Dios aprieta pero no ahoga, o que cuando una onda alcanza su máxima amplitud negativa, cambia el sentido y va a por la máxima positiva. Según en qué creas. O lo friky que seas. En definitiva, el año había sido duro, para los dos, todo sea dicho, el último año y dos meses habían sido muy distintos. Eso, distintos, quizá duro no sea la palabra más adecuada. Habían sido especiales, más bien para mal. Y ver las cosas entre cajas puede estar bien, pero saltar al escenario y formar parte activa del teatro, resultó ser mucho mejor. Ese empujón, quizá un poco forzado, solo trajo cosas buenas. Como si intentases poner algo en órbita, esa velocidad de escape necesaria para que orbite puede que no saliese de él completamente, pero salió y orbitó y eso es lo importante.

Tres días inolvidables, diferentes, especiales y normales. Tres días contradictorios. Tres días ¿familiares? Tres días increíbles.

Y seguía recordando....

"- Yo no pensaba saludarte así. En vez de dejar el abrazo para el final iba a dártelo ahora.

- ¿Crees que nos parecemos?

- Sí, bastante.
- Me refiero físicamente."

Y ya no era solo el hecho de conectar tanto con una persona. No. No era sólo comprender como funcionaban sus pequeños cerebros retorcidos. No.
A pesar de todo, del último año, del dolor, del frío en los riñones, de lo más mínimo que le rodease. A pesar de eso... era jodidamente feliz.



PD: Ana, sé que no has leido el resto de entradas y yo no debería por tanto escribir esto, pero creo que la situación lo merece, que no sirva de precedente ;)

jueves, 11 de noviembre de 2010

Entalpía de formación.

No puedes hablar en presente gnómico.
Nadie tiene la verdad absoluta, déjalo para los refranes.
Y sí, sé que es paradójico.

domingo, 24 de octubre de 2010

Diferencia de fase.

Tanto que criticar y que no sirva para nada.

martes, 21 de septiembre de 2010

Veintidós.

Ahora sí que sí.
Otro veintidós de septiembre más. Ha volado, el tiempo ha volado. Y todo ha cambiado muchísimo.
Me cuesta mucho escribir esto. Me cuesta mucho escribirte, sabiendo que es la única gilipollez que puedo hacer. Sabiendo que ya no puedo hacer nada por ti.
Y llevo una hora aquí, como una subnormal, frente a un teclado que no va a solucionar nada...
Te quiero, te sigo queriendo, te quisé y te querré. Y por eso sigues aquí. Es que sigue siendo todo tan jodidamente horrible. Tan extraño. Ya son dos años. Mucho y poco a la vez. ¿Sabes? Me acuerdo de ese día a la perfección... de todos y cada uno de los detalles. En cierto modo, supongo que ahora tendría que recordar lo bueno. Siempre he dicho eso a la gente que pasaba por situaciones similares. Ahora me daría una hostia.
Sí, está claro que hay que recordar los buenos momentos. Los recuerdo, creeme. Pero siempre va a estar eso ahí, guardado. Y que todos tenemos derecho a estar tristes... ¿Ves? Aquí te queríamos mucho. Sé que no soy la única que hoy solo va a poder pensar en ti.
No sabes la de gente que le ha dado ahora por llamarse como tú, deja de mandarlos porque nos acordamos continuamente de ti sin que eso haga falta hahaha :)
Claro que han salido lagrimas... pero también muchas sonrisas, porque tu recuerdo es de los mejores que tengo, si no, ahora no estaría así.
Llevo una hora viendo un maldito video tuyo bailando... De la fiesta sorpresa que hicimos... Cuando me puse de sargento hahahaha. Que gran día...
No he podido volver a entrar a esa casa. No sin ti.
Ahora mismo tengo una mezcla entre pensar que soy gilipollas por estar escribiendo esto y en sentirme bien conmigo misma, es raro, no sé.
He sonreído mucho por ti. Cuando estabas y desde que te fuiste.

Pero joder, es que es injusto, ¿Por qué? ¿Por qué tú? ¿Por qué ese día y por qué así?
Nunca, nunca te olvidaré. Espero que lo sepas. Que todo esto, me supera, me supera y me revienta porque tú eras quien menos lo merecías... Y de esa forma... Dios mío es que aún no me entra en la cabeza... No sabes la de veces que he pensado que todo era mentira, que no podía ser, que yo que sé, que era una broma, una pesadilla, yo que sé... No, es que no podía estar pasando... Pero sí.
Y ya son dos años.
Dos veintidós de Septiembre.
Pero pase lo que pase, seguiré recordandote, seguirás aquí. Seguirás teniendo un hueco en mí, en nosotros. Y sonreiremos por ti, por como lo hacías tú y por cómo nos lo hacías hacer a nosotros. Porque eso sí te lo mereces.

Porque te quiero, Adrián.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Abierto por vacaciones.

Pero con poco que decir.
Todo se acaba convirtiendo en rutina.
Vuelve a hacerlo especial.

sábado, 5 de junio de 2010

Store.

Ha llegado el momento de que me la sude, pero en plan bien.

domingo, 30 de mayo de 2010

Algo nuevo aprenderéis a poco que escuchéis.

Y despertarte, desayunar, vestirte, ir a clase, comer, estudiar, estudiar, estudiar, cenar, dormir y despertarte, desayunar, vestirte, ir a clase, comer, estudiar, estudiar, estudiar, cenar, dormir y despertarte....
Una treintena de adolescentes hormonados encerrados durante seis horas es difícil de dominar. No hablemos ya de lo difícil que será captar su atención y conseguir que aprendan.

Filosofía. 50 minutos rompe-rutina entre las seis horas de encierro de estas fierecillas. Fierecillas que hemos sido, somos o seremos todos alguna vez.

Y es que, probablemente, sean los 50 minutos más esperados de las 6 clases que se imparten diariamente y, también es bastante probable, los que más se aprovechen. Curioso es que se quiera recibir docencia y se imparta de forma amena. Principalmente por dos motivos: estudiar, no es el pasatiempo preferido de ninguno de estos adolescentes hormonados y, como bien apuntaban Adorno y Marcuse la sociedad ha llegado a tal punto que existe un fuerte rechazo a la razón y la creencia de que las cosas solo son importantes por su utilidad (efectivamente, se demuestra que son clases aprovechadas).

Y es que no solo los conocimientos que se imparten en esta clase lo están de la mejor forma posible para que los alumnos comprendan, analicen e interioricen lo que escuchan si no que se incita al alumno a pensar (sí, a estas alturas de la vida, es algo poco común) y a crear su propia opinión, a expresarse, a madurar… Y este, es posiblemente uno de los aspectos más importantes. Que quizá, pudiese ampliarse. Con debates, con mayor número de ejercicios prácticos etc.

Durante el tiempo invertido (que no perdido con dignidad) que nos brinda Don Enrique Mesa la atención, participación y aprendizaje incrementan de forma exponencial en comparación a las horas restantes. El ritmo, lo marca el alumno, según si los conceptos están claros o no, digno de envidiar por el resto de asignaturas en las que la gran mayoría se encuentra, o nos encontramos en un grandísimo mar de dudas que no hace más que crecer y crecer. Aunque, bien es cierto, que en ciertas ocasiones para algunos este ritmo puede ser excesivamente lento. Lógicamente, nunca llueve a gusto de todos.

Dudo, y lo dudo mucho, que alguno de los alumnos que se han dispuesto a escribir esta crítica haya logrado redactar una lista de aspectos negativos y no solo por el miedo a que su nota se vea influenciada (segura estoy de que alguno lo ha tenido) sino porque es, ha sido, y posiblemente sea, la clase más aprovechada, más esperada, más útil en nuestra vida diaria y más amena que hayamos tenido.

Y aún con todo, hay un espacio para la educación, sí, para las buenas formas."Buenos días Señor Profesor, ¿se puede pasar?"

Mis más sinceros agradecimientos a Enrique Mesa por perder el tiempo con dignidad con nosotros, por la oportunidad de plasmar nuestra opinión en temas muy distintos y por enseñarnos, en bastantes aspectos, a vivir.



Annie Castaño Gómez

lunes, 10 de mayo de 2010

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La religión. Los lugares públicos. La educación. El burka.

En las últimas semanas un simple trozo de tela ha sido protagonista en informativos en numerosas ocasiones. Debates sobre lo correcto, la ética, lo que es de buena o mala educación, el respeto a las religiones… Y ¿realmente es tan importante o difícil resolver esta cuestión?
Está claro que todas las religiones deben ser respetadas, pero también es cierto que todo debe tener un límite. Aclaremos esto. Independientemente de que le encontremos o no sentido, llevar la cabeza tapada en lugares cubiertos es de mala educación. Si nos regimos por esto, el uso del velo debería estar prohibido tanto en institutos, colegios, y en todas las instituciones de carácter público. Es simple. Si, por ejemplo, en un instituto, está prohibido llevar gorra, también debería estarlo el velo. O todo, o nada. ¿Quién te dice que no llevo una gorra por motivos religiosos? Y no es falta de respeto hacia la religión, es sentido común y en la medida de lo posible, igualdad.
Esto dejando a parte el carácter machista o de represión a la mujer que conlleva esta prenda.
Bien, el tema en los institutos ha sido uno de los más polémicos. Cualquier alumno tiene prohibido el llevar la cabeza tapada y si estamos intentando obtener algo legislado, supuestamente buscamos lo más justo, y que alguien tenga permitido lo que el resto tiene prohibido por motivos religiosos, no lo es.

Aunque, sinceramente, es bastante probable que si esto fuese característico de la iglesia católica estuviese totalmente permitido, lo cual no deja de ser injusto. El estado debería ser laico y por tanto, se deberían eliminar tanto las clases de religión de los institutos como los símbolos religiosos. Y no se debe tener mayor o menor número de derechos, y lógicamente, de deberes, ante la ley por ser de una u otra religión, o por carecer de creencias de este tipo.
Pero ¿y si consideramos que un símbolo religioso de este tipo debería estar permitido? En ese caso, cualquier prenda que cubra la cabeza lo debería estar también. Por tanto volvemos al mismo razonamiento de antes. O todo, o nada.

La decisión de llevar o no el burka es algo personal, la limitación en determinados lugares es donde si debe entrar una legislación, al igual que existe con cualquier otro objeto que cubra la cabeza, nada es más ni menos por ser de carácter religioso.

Y ¿es ético que el estado permita a una mujer llevar una prenda que, como es considerado, la degrade? Realmente, debería ser una decisión personal, aunque en muchas ocasiones no lo sea. El estado no decide como tengo o no tengo que vestir yo, si yo tengo o no que llevar la cabeza tapada, tampoco debería entrar en este otro caso, ¿no? Entonces, ¿debería estar permitido un símbolo de dominio tal como esta prenda? Pero si no lo está, se podría considerar como una falta de respeto a la religión y si hablamos de convertir el estado en laico se deberían prohibir estos símbolos religiosos únicamente en los lugares públicos.

En definitiva, la polémica creada alrededor de esta prenda no es tan compleja. Si se permite, se deberían permitir también otras cosas y de no permitirse, seguir prohibiendo las que ya lo están. En mi opinión, es más simple limitar el uso de esta prenda en los lugares públicos y dejarlo a libre elección en el resto, es decir, ceñirse a lo establecido con cualquier objeto que cubra la cabeza, y que los símbolos religiosos queden prohibidos en estos lugares.



Y, cómo olvidarlo, felicidades Ángel.

martes, 27 de abril de 2010

Juventud divino tesoro.

La juventud no tiene menos valores, pero el dramatismo y amarillismo de los medios refleja la imagen más cruda y negativa de los hechos, ya que el morbo es fácil de vender. Y todos sabemos que los medios si no se venden, dejan de existir. Los valores de la juventud no son escasos, son distintos a los valores de las anteriores generaciones. Porque cosas como el botellón y el consumo de drogas blandas, siempre han existido, incluso en mayor proporción. Cosas como la violencia solo están más mediatizadas, no aumentan su número, o al menos, no exponencialmente, sino al ritmo del crecimiento de población. Lo que si aumenta exponencialmente es el conocimiento que tenemos de ello a través de los medios de comunicación. Porque seamos sinceros, cada vez se dan más a conocer casos de violencia juvenil, de vandalismo, y de cualquier acto cometido por adolescentes. ¿Pero acaso esto quiere decir que antes no existiera? No, rotundamente no. La globalización nos acerca cada vez más a estos casos, a conocerlos, ocurran donde ocurran mientras la desinformación de épocas anteriores nos alejaba de ellos. La censura y represión de un estado dictatorial como lo fue la España franquista es un clarísimo ejemplo de esta falta de información.

En estos años la juventud, escasa de libertad, tenía que revelarse ante la injusta situación en la que se encontraban… Por tanto, podemos ver cómo la violencia va asociada a la libertad, lo cual, por otra parte, es totalmente lógico. Cuando la libertad escasea se lucha por alcanzar mayor grado de ella, pero cuando se tiene más, se quiere más.

Hablamos de una juventud muy violenta por casos como el ocurrido en Seseña sin tener en cuenta el grupo de niños que asesinaron a dos guardas civiles en Onteniente, Ronney Zamora, el chaval de apenas 16 años que asesinó a una anciana de 82, Elinor Haggart, en cuyo domicilio penetró con intención de robar en los años 70.

En determinadas situaciones podríamos hablar de una violencia (entrecomillémoslo) justificada. Pero ¿lo es cuando hablamos de asesinatos como los ocurridos últimamente? No, no lo es. Ah, pero… ¿acaso lo era hará unos 40 años cuando se cometieron otros tantos? No, no lo era. Volvemos a lo anterior, ¿a qué debemos estar ahora mismo escandalizados ante una juventud que no se aleja prácticamente de los valores de las anteriores generaciones? Tenemos que volver a decir que sí, que se lo debemos a los medios.

Lógicamente, y entiéndase del modo correcto, no hablamos de que absolutamente todos los jóvenes, sean (o seamos) unos asesinos. No queremos transmitir que lo normal ha sido durante muchos años que al llegar a estas edades nos convirtamos en unos pequeños criminales con ansias de muerte, no. Hablamos de que cierta violencia, en un determinado número de jóvenes, generalizar no debemos y no estaríamos en lo cierto en caso de hacerlo, siempre ha existido y es altamente probable que siga existiendo.

Y ya no sólo los medios, sino el cristal por el que queramos verlo, nos hacen o no creer que la juventud esté, cada vez más, echada a perder. Hace un año, camino de dos, podíamos apreciar en la prensa como un grupo de jóvenes okupaban un edificio abandonado situado a las puertas del cementerio de La Almudena. Se hablaba de zanganería, de, incluso, instintos violentos, de protestas injustificadas y actos vandálicos sin sentido alguno.

Año y medio después, encontramos una casa prácticamente reformada, con cursos gratuitos de música, idiomas, informática, botánica, capoeira etc. con la realización de conciertos benéficos, con ayudas a inmigrantes, a personas con un menor nivel económico que no podrían realizar estas acciones a cambio de dinero. ¿Es esto una juventud violenta? Por realizar algo al margen de la ley ¿estamos hablando de que la juventud carece de valores? ¿Acaso no tienen valores estos jóvenes que invierten desinteresadamente tiempo, esfuerzo y, en ocasiones, dinero?

No podemos generalizar, tampoco dar un único punto de vista o una opinión sin analizar todo profundamente. Pero si en la actualidad tenemos mayor conocimiento de actos violentos por parte de la juventud no es por su aumento sino por el aumento de su presencia en los medios de comunicación. Los aspectos negativos en la juventud, siempre han existido, al igual que los positivos y al igual que los negativos en otras edades.

viernes, 9 de abril de 2010

Mis rejas son las agujas de un reloj.

Me gusta bajar las escaleras y ver la 23, correr para no perderla, entrar y sentarme con cara de satisfacción. Con que poco nos conformamos. Con que poco nos hundimos. Qué rabia me da perder la 23, verla irse y ver en la pantallita de la dársena que quedan 8 minutos. Dársena, siempre me hará gracia esa palabra.
Me gusta ver a la gente correr mientras espero la 23, me da por pensar, que quizá algún otro idiota enamorado de la vida y las pequeñas cosas se dedique a mirarme a mi correr cuando la veo abrir las puertas.
Lo que más me gusta es el arte, el teatro y la música, pero me pierden las pequeñas cosas.
Sí, los anacardos, el olor a tierra mojada, descalzarme en el césped, tumbarme en la arena, explotar burbujas de plástico de embalar, meter las manos en la harina cuando hago un bizcocho, me encanta el tacto de la harina, pero en el fondo me cae mal, que asco me da el gluten...

Y podría decir quinientas veintitres veces por segundo durante mi eternidad lo que te quiero, durante nuestra eternidad, una eternidad atemporal, sin tic tac's que se claven como agujas rompiendo la magia. Pero si no lo hago es por el miedo a que las palabras pierdan su valor.

Y aquí estoy, en un sillón azul a las 12:10 de la mañana esperando, no se muy bien a qué ni porqué.

lunes, 15 de marzo de 2010

Sí.

Aquí estoy. Y eso que hoy no es día para escribir. Pero me duele la cabeza, y, contradicciones de mi vida, eso me hace querer escribir.

Si me dijesen que tengo que perder un sentido, no se cuál eligiría. El tacto lo adoro, como pocas cosas. La vista y el oído son demasiado esenciales, y más sinestésicamente hablando. El gusto... bueno, tiene sus más y sus menos, pero hay sabores que no cambiaría por nada. ¿Y el olfato?

Los olores. Nadie se plantea lo importantes que son. Ni hasta que punto un olor es sabor. E imagino que a no ser que perdiesemos el olfato no le daríamos el valor que tiene.

Pero bah, como ya he dicho, hoy no es día de escribir, hoy es día de dolor en general, de cansancio, de soñar con el fin de semana.

Y el olor a cerveza, (y no, no bebo) anacardos, y palestino/a blanco/a y negro/a.

domingo, 7 de marzo de 2010

Enséñame a vivir.

Si hablamos de educación tengo mucho que decir y poco tiempo para hacerlo. Mucho que criticar, constructivamente, y poco que hacer para remediarlo. El sistema educativo vigente en España no me gusta, ni el concepto que tenemos de enseñanza, ni la forma de obligar a ella. Desgraciadamente yo, tengo poco (para que engañarnos, nulo) poder frente a esto. Y siendo tal y como es, dejando esto a parte, hay cosas con las que tampoco estoy de acuerdo.
Es probable que dentro de unos años esté delante de un grupo de algo menos de unos 30 alumnos impartiendo clases y ¿cómo debería hacerlo?

Cuando tienes que hacer que 30 personillas entiendan lo que les dices, lo asimilen y lo aprendan, tienes una responsabilidad grande en la que influyen muchísimos factores. El respeto, el pánico escénico, la psicología... Y es que la psicología es fundamental, quizá este sea un fallo de muchos profesores, no haber analizado el aprendizaje, no saber a quienes se están enfrentando realmente ni como deben tratarles para que esto funcione.

He aquí mi humilde opinión. Antes de entrar en el ámbito psicológico, es esencial el tener una relación clara con los alumnos. Una distancia justa. Un hasta aquí y ya no más. El adolescente, es un ser bastante inseguro y, en numerosas ocasiones, absurdo y con intención de ser "rebelde" que cree demostrar ser mejor por tener continuas faltas de respeto y creo que desde un comienzo tiene que quedar claro el respeto mutuo.

Una vez establecida la relación social, comienza el duro trabajo de enseñar. Hay ciertos aspectos, como son las fechas, los nombres, etc. que únicamente son posibles de aprender de memoria, asi que, lo que hay que conseguir es que estos datos pasen a la memoria a largo plazo. Captar la atención del alumno y hacer la clase lo más dinámica posible será la clave para que el profesor pueda ayudar al alumno en el proceso de memorizar. Ciertos nombres, ciertas fechas, con la repetición ayudarían al alumno. También emplearía el uso de claves nemotécnicas para los conceptos que se deban aprender de memoria.

Quizá esto no sea deber del profesor, pero existe un gran problema con la motivación. Y es que, seamos sinceros ¿Cuántos alumnos se levantan pensando que quieren aprender, que quieren ir a clase? Los hay, los hay, pero los mínimos. Otros, tienen esa motivación porque piensan en el futuro, la mayoría aún no han alcanzado la madurez suficiente para ello. Cuando no existe motivación es muy complejo hacer que un alumno progrese, pero el problema lo tiene el propio alumno, que, tristemente, no es consciente de ello. Y ¿cómo motivar al que no lo está? Demasiado dificil.

Muchas veces pienso en el día en el que tras el incómodo sonido de una campana, entre en una clase y me dirija a la pizarra. Creo que haría participar a casi todo el mundo, sería la única forma de saber si se está comprendiendo. Pero ¿qué hay del miedo del alumno a preguntar, a resultar tonto a los demás? Creo que un profesor tendría romper muchos tópicos de este tipo.
Pienso en cómo comenzar la clase. Repasar lo visto anteriormente, para ayudar al proceso de aprendizaje y resolver dudas. Confío mucho en los ejemplos prácticos. Creo que todo sería más fácil si en lugar de introducir una teoría como tal y hacerla estudiar, el profesor hiciese a los alumnos llegar a las conclusiones con temas similares a las características de un texto, no decir el romanticismo tiene estas características, sino, desde un texto del romanticismo, sacarlas, o con debates, haciendo pensar al alumno, y siempre que pudiesen existir ejemplos prácticos, emplearlos.

Ser profesor no es fácil, es una gran responsabilidad, es ser algo así como el formador de los que serán el futuro, y no cualquiera tiene capacidades de serlo. La psicología ayuda mucho a los que ejercen esta profesión, pero pocos la emplean. El profesor tiene que poner mucho de su parte, pero llega un punto en el que por mucho que ponga, es el alumno el que decide. Creo que un profesor debe tener muy claro hasta que punto debe involucrarse con el alumno, pero también considero que debe ayudar en la mayor medida posible al alumno a comprender los conocimientos.

jueves, 25 de febrero de 2010

Hoy, ego.

Realmente hoy y siempre. Si no no seriamos humanos.
Leche de soja caliente y galletas para celiacos. Y es que hoy toca hablar de mí, de mi vida. Y me da igual que lo leas tú, que lo lea él, incluso ella, porque estoy cansada.
Yo, mi vida, mí, ego.
Mi vida es muy distinta a la tuya. Igual que la tuya a la de cualquier otro, pero mis diferencias son, valga la redundancia, diferentes.
Hoy, como cada mañana, me he levantado unos 45 minutos antes de lo que tú necesitarías. He entrado al baño y me he puesto las lentillas, tardando más de lo que tú probablemente tardarías, y, teniendo en cuenta que el movimiento que hacía con mis brazos, manos y dedos, significaría, como si de un videojuego se tratase, una vida menos para el día de hoy y que la desaparición matinal de mis vidas no había hecho más que empezar. Ahora tocaba ir a hacerme el tratamiento, pero antes, debía tomar 3 pastillas. Acabado esto, me he vestido, gastando una o dos vidas. Antes de desayunar mi leche de soja, pan de espelta o de centeno y un par de galletas para celiacos, otras 2 pastillas, peinarme, coger el ordenador para ir a clase y salir. No había salido de casa cuando llevaba practicamente la mitad de mis vidas gastadas y aún tenía que llegar a clase. Pero no solo están los factores internos, también hay otros factores y es que hoy hacía frío y llovía. Automaticamente hoy empezaba con menos vidas. Y empecé a andar, viendo como a mi alrededor la gente podía permitirse el lujo de salir tarde de casa y conseguir llegar corriendo. Me esperaba una hora sentada, que me quitaría una o dos vidas ya que no podía cambiar de postura, pero me quedaba el consuelo de que pasados 50 minutos, podría estar de pie unos 5. Estaba empezando a gastar las vidas que no tenía, y eso tendría consecuencias en el mañana, pero hoy, es hoy, y no quiero pensar en el mañana, aunque mis circunstancias me obligan a hacerlo, y yo soy idiota si no lo hago. Porque cada acción que quiera hacer tiene que estar muy pensada, pensando tanto en si me vendrá bien para lo que tengo que hacer pasadas unas dos horas, como en si mañana podré o no levantarme 45 minutos antes de lo que tú lo harías. Mi cuerpo llevaba quejándose desde el instante en el que mis ojos se abrieron, realmente lo hacía antes, pero mi mente soñadora conseguía ignorarlo, pero ahora, ahora no era una simple queja, era más similar a una agonía, y yo estaba a unos escasos 10 minutos de poder levantarme. Me animaba a mi misma bajo la absurda creencia de que si aguantaba, ya podría con el resto del día. Y aunque pareciese que no iba a llegar nunca, llegó el momento en el que tuve que levantarme para cruzar el pasillo de la tercera planta y entrar en el aula 24 donde Don Enrique Mesa procedería a amenizar mis siguientes 50 minutos de dolor. Pero ya no era solo dolor. Como de costumbre, una amable vértebra de mi cuello se pinzó y el oxígeno no llegaba con normalidad a mi cerebro. Pero yo soy así, idiota, me gusta ir de dura e intentar aguantar, hasta que me di cuenta de lo que me esperaba, tendría que bajar tres plantas y cruzar hasta el tercer pabellón, subir otra planta para luego hacer el mismo recorrido en dirección contraria y no, no había vidas, tampoco mucha capacidad de andar sin caerme y volví a darme cuenta de lo que ya me habían dicho: No puedo llevar una vida normal. Sí, aunque lo intente, es una realidad que tarde o temprano tendré que asumir. Y ahora, aquí estoy, tumbada en una cama que me resulta enorme para mí sola, pensando egoistamente, como ser humano que soy, en mi, mientras espero a que se despierte para al menos sonreir un poco. Comparando mi vida con la tuya, sabiendo que no vas a llegar a entender lo que es esto para mí, pero ya no me importa, esperando a que pasen 2 horas para tomar mis siguientes pastillas, pensando que, hoy es jueves y dentro de lo que cabe, hoy hay pocas.
Y ahora, debería compararme con ese niño de áfrica que no se levanta 45 minutos antes de lo que yo debería porque quizá haya llegado el día en el que no vaya a levantarse nunca más, que no tiene que tomarse pastillas antes de desayunar porque no desayuna, que puede morirse con algo que yo soluciono con un ibuprofeno. Y ahora ¿qué? ¿Me siento hipócrita? Pues no, me siento humana, al igual que tú, al leer mi vida, vas a seguir pensando en tus problemas y no vas a pensar ni en mí, ni en el niño, bueno, quizá lo pienses hasta que leas cualquier otra cosa, o hasta que alguien te diga algo, quizá esté en tu mente durante unos 5 minutos, pero sin saber lo que siento ni lo que es, pero es lo que hay. No te culpo, es lo lógico, y no te preocupa, pero a mi tampoco. Tú con tus problemas, yo con los mios, aunque, realmente, no son problemas, son mis realidades, y como tales, tengo que asumirlas.
Mi día ha terminado aquí, a algo menos de unas 5 horas de haber empezado. Sabiendo que no me entiendes y que nunca lo harás, que no te preocupa, pero bien por haber conseguido que a mi tampoco. Y que si te das por aludido no va por ti aunque esto no es amor por mi, por la música en sí si, desde luego.
Y lo siento por no poder pensar en tus problemas, y lo siento por cabrearme cuando alguien se queja de un dolor. Dicen que este tipo de enfermedades nos hace ser más egoistas, osea que nos hacen más humanos, a mi me hace más insoportable.
Y no quiero comentarios de consuelo, tampoco que me entiendas, y mucho menos que te compadezcas, eso es lo que menos quiero, realmente, no se porqué escribo esto entonces, supongo que lo haré por mi. Ego.

Pero detrás de todo esto está la fuerza de una hermana que hace lo imposible por entenderte y, quizá no lo consiga, pero es todo, todo y más, y la quiero.

Y música y arte, que se que tú estarás ya y siempre. Hoy, ego soy yo y mis circunstancias, y hoy mis circunstancias vuelven a ser música y arte, hoy, ego es nosotros.

"Mi vida es una mierda y es mejor que la tuya"

martes, 23 de febrero de 2010

Aficciones artísticas.

Me gusta el calor y la sensación de unión con otra persona.
Me gusta sentir como se introducen dentro de mi, o como me introduzco dentro de alguien.
Adoro sentir placer, pero no más de lo que adoro darlo.
Me encanta sentir la satisfacción ajena cuando la provoco.
Me gusta jugar, provocar, excitar.
No podría vivir sin sentir como mi cuerpo se deshace.
Me gusta acariciar.
Me gusta la sensación de complicidad con miradas.
Adoro que me acaricien, que una mano pase por todo mi cuerpo.
Me encanta el tacto de una lengua recorriendo el camino marcado por las caricias.
Me gustan los labios carnosos.
No podría vivir sin besar, sin morder, sin lamer.
Me gusta alcanzar el climax simultáneamente.
Me gusta la sensualidad.
Adoro el tacto, tímido, lo adoro también cuando es brusco y pasional.
Me encanta sentir que no hay tiempo.
Me gusta la sensación de que mi piel se funda con la suya.
Me gusta la sutileza, la insinuación.




Me encanta poner el caramelo en la boca y arrebatarlo, me encanta que me lo hagan.
No podría vivir sin las sensaciones de unión con otras personas.
Me gusta experimentar, disfrutar, volar.
Me gusta que cada día sea diferente, las sensaciones nuevas.
Me encanta tener un orgasmo y gritar de placer.
Me gusta que mis ojos, que mi cara, expresen lo que siento.
Me gusta ver en la otra persona su expresión de placer.
Me gratifica pensar que soy yo la que lo provoca.
Me encanta el cuerpo de una mujer.
Me gustan los pensamientos de la gente.
No podría vivir sin investigar la mente de quienes me rodean.
Me encanta cómo mi visión, físicamente hablando, de ellos cambia según su mentalidad.
Me gusta ver la belleza interior en el exterior.
Me gusta sentirla dentro de mí.
Me encanta lo diferente, lo fuera de lo normal.
Me gusta todo lo que conlleva la sexualidad, un concepto tan sumamente amplio y maravilloso.
Me gusta saber sentir que el sexo no es solo follar.
Me encanta la sensación de libertad.
No podría vivir sin sexo, sin sexualidad y todo lo que ella conlleva.
Y me gusta poder decirlo, sin tabúes.
A pesar de que odie los prejuicios que hagan pensar mal de las mujeres que amamos el sexo.
De que deteste ser criticada por ello.
Creo que es uno de los mejores placeres de la vida.
El sexo, la sexualidad y la mente.
Hay que follarse a las mentes.

viernes, 19 de febrero de 2010

Somos casi música.

eres música. No sólo tu música. . Tu voz, tu mente, tu cuerpo. Tu forma de pensar. . No se, es demasiado poder resumir algo tan grande en una palabra tan pequeña. Y no lo achaques a la sinestesia. eres música, y quizá la mejor que he oído y visto, la mejor que he sentido.
Es un color distinto, es tu color, tu sonido, tu música. . Y, ¿para que más? Podría desaparecer cualquier rastro de música en mi vida si siguiera estando tu música. Tú, creo que no puedo decir nada mejor.





Hoy, .

lunes, 15 de febrero de 2010

Rayas.

Hoy me dijeron algo así como que los niños hablan primero en presente. Porque el presente es lo que existe, por tanto lo que resulta más fácil de comprender. Más tarde aprenden a hablar en pasado. Porque es lo que ha existido, por tanto sería el siguiente en cuanto a nivel de facilidad. Y por último, aprendemos a usar el futuro.
El futuro. Quizá aprendamos demasiado y abusemos de ello. Continuamente pensamos en él, lo planificamos, convirtiendo nuestra vida en lo menos espontáneo posible. Quizá esa sea la forma menos inofensiva de utilizarle.
Creamos ilusiones hablando del futuro, falsas espectativas.
Las ilusiones. Duelen. Se rompen. Son muy frágiles. Sueños. ¿Para qué? Para que se vayan, se rompan, se disipen, se esfumen y duela.
Ilusiones y esperanzas. Espectativas. Todas hacen daño. Alguien me dijo alguna vez que era mejor no esperar nada nunca, así no hay decepción y si ocurre algo ilusiona el doble. Quizá sea verdad, suele tener razón.
No me gusta el futuro, al menos no hablar de él. Lo veo demasiado estúpido y masoquista. Y todo el mundo lo hace. Todo el mundo se desilusiona. Aunque por otro lado, quizá sea esa la clave de vivir momentos felices. Yo quiero vivir espontaneamente y sin ilusiones que se desvanezcan, sin pensar en algo que quizá no exista.
Quien sabe... igual temo al futuro.
Sólo se que hoy vuelven a ser las 12 de la noche y no tengo sueño, que, seguramente sea el día de estas últimas semanas que más pronto acabe en la cama, no sé, cuando llegue el momento se verá. No veo más allá del fin de semana, pero tampoco quiero ver más.

Rayas, rayas grises. Como un 39.
Hoy, escribo cosas sin sentido mientras intento que no te vayas, porque se que la vida contigo si da para más.

Siento el plagio, peeeeeeero... ¿prefieres a la SGAE?

domingo, 7 de febrero de 2010

Científicamente.

El avance científico, crecimiento exponencial del conocimiento.
Desde que esta forma de conocer el porqué de los fenómenos que ocurren a nuestro alrededor apareció, el mundo ha, lógicamente, experimentado cambios. ¿Pero realmente el avance científico supone un avance mundial?

Sin lugar a dudas gracias a la ciencia conocemos y sabemos infinidad de cuestiones que sin ella no podríamos hacerlo, la ciencia en sí, no supone ni un bien ni un mal para el mundo, simplemente es. Son explicaciones racionales, universales y demostrables de nuestra realidad, por tanto no tienen porqué ser un bien, ni una amenaza para el mundo.
Éste bien o esta amenaza viene dado por el buen o mal uso que le demos a la ciencia.

"Gracias" a que el ser humano ha sabido utilizar la ciencia, actualmente somos la especie dominante y el mundo, prácticamente, se rige por nosotros. Hemos alargado nuestra vida de manera científica, es decir, de forma artificial. Nuestra esperanza de vida ha crecido exponencialmente a la par que la ciencia avanzaba. Comodidad. Hemos ultilizado la ciencia para hacernos la vida más fácil, más cómoda. Nuestra naturaleza era totalmente distinta a lo que ahora somos, lo hemos llamado "evolución".
Actualmente nuestra vida es fácil, vivimos rodeados de unos lujos que ninguna otra especie tiene. En el fondo parece que tengamos una visión antropocentrista de la vida a pesar de saber que esto no es cierto. Esto, en un principio, podríamos verlo como un avance, ¿no? Somos la especie con mayor evolución, nos hemos facilitado la vida, la hemos alargado, conocemos el porqué de infinidad de cuestiones etc. Pero esto no es más que una mejora en cuanto al ser humano. El mundo no ha mejorado con el uso que le damos a la ciencia. Y posiblemente, esta mejora sea solo temporal, ya que degenerativamente, el mal uso que hemos dado a la ciencia está haciendo decaer el planeta. El ser humano ha introducido infinidad de cosas al planeta que no existían, y que, en su mayoría no proporcionan ningún bien.
Existe un cambio climático, hemos creado bombas atómicas, que, lógicamente, sin conocimiento científico no hubiesen sido posibles y que no proporcionan ningún bien al planeta.

En teoría, como tenemos un alto nivel de conocimiento científico (aunque aún quede mucho por descubrir) deberíamos saber frenar lo que hemos creado o, al menos, no empeorarlo más aún. El problema es que sólo nos importa el presente, que, a día de hoy los avances científicos nos facilitan la vida y a los que actualmente vivimos no tiene porqué suponernos ningún riesgo, por tanto ¿para qué preocuparnos de algo que no vamos a vivir? Desgraciadamente, esta es la mentalidad que tenemos pese a disfrazarla tras la "ecología" y ese tipo de cosas limpia conciencias que nos hacen sentir muy buena gente y que nos preocupamos realmente.

En definitiva, la ciencia no supone ni bien, ni mal. Lo que lo supone es el uso que le demos. Según ha sido utilizada hasta el momento, nos ha aportado cosas buenas, incluso no sólo para el ser humano sino para el planeta, nos ha facilitado la vida a dia de hoy, pero la hemos utilizado mal en cuanto al día de mañana. De manera que los beneficios que hemos sabido aprovechar han sido, en su mayoría, para el ser humano y en el presente, olvidando el resto del mundo y las próximas generaciones.


Annie Castaño Gómez.


Existen aplicaciones buenas para la ciencia, sin duda. El otro día algo me dió que pensar, dejo el enlace al capítulo 43 de Redes. No, no estoy obsesionada, tú ves Padre de Familia y nadie te dice nada, ¡déjame a mi ser feliz con mi Redes!

miércoles, 20 de enero de 2010

Haitiborrados.

Estoy harta de Haití, y no del país que poca culpa tiene de que se me atiborre de noticias, donaciones, peticiones de ayuda etc. (¿podría tener la culpa de algo un trozo de tierra?), si no que estoy harta de todo lo que ha conllevado ese terremoto. Harta de ver como el mundo egoísta se dedica a donar dinero, y a casi obligar al resto que lo hagan simple y llanamente para limpiar su conciencia. ¡Ayudemos a las ONGs a enriquecerse a costa de la hipocresía y el egoísmo humano!
Apostaría a que más de dos tercios de los que están "ayudando tanto" a Haití no sabría ubicarlo en mapa y que, posiblemente, no supiese de su existencia hasta el terremoto.
Lo triste es que intentan vender que siempre han estado preocupados por Haití, preocupación que queda clarísimamente reflejada en la gran ayuda que han ido aportando a lo largo de los años, gracias a la cual, el terremoto no ha tenido ningún tipo de consecuencia grave. Pero es mucho más fácil hacerse el bueno cuando es tarde. Es mucho mejor esperar a que ocurra algo así, para donar tus 10, 20 o 50€ y fardar de lo buena persona que eres, de la ayuda que estás aportando y de lo que te gustaría poder ir allí a ayudar. Y, como de costumbre, esto no es solo a nivel individual, ya se encargó el gobierno de llevarnos a su terreno, hasta tal punto que nos creemos tanto el engaño de los gobiernos para desviar la atención de otros asuntos, para quedar como los buenos de la película que lo hemos asumido y lo hacemos nosotros mismos. Pero realmente, ¿a quién le importa esa gente? Y no, no es ser mala persona, no es frialdad. Te importan ahora ¿no? Porque te bombardean periodísticamente con lo mal que lo pasa la gente y es tu oportunidad para sentirte bien. En un par de meses cuando los medios de des-comunicación tengan otro interés nadie se acordará de Haití, nadie se preocupará por esas familias de las que ahora hablan como su mayor preocupación. Y es que, no nos engañemos, nadie está realmente preocupado, quizá porque el ser humano sea egoísta por naturaleza... y con esto no quiero decir, que por ejemplo tú que me estás leyendo no sientas tristeza, rabia, empatía por esas personas, quizá si lo hagas, no digo que no, pero de estar realmente preocupado no estarías leyendo esto y la ayuda hubiese aparecido antes de que hubiese un terremoto, pero por aquel entonces al gobierno no le interesaba...
Sólo añadir una pregunta... ¿quién se acuerda de Gaza?

Oh... que buenas personas son...

jueves, 14 de enero de 2010

Todas las criaturas de este mundo mueren solas.

Cine. Buen cine.


-"Donnie Darko", ¿qué clase de nombre es ése? Suena a superhéroe o algo por el estilo.
-¿Qué te hace pensar que no lo soy?



Los agujeros de gusano, los viajes a través del tiempo, el destino, la relación entre todos los sucesos, todos los dobles sentidos, la crítica, la esquizofrenia, el sentido de la vida...


¿Por qué llevas ese estúpido disfraz de conejo? ¿Por qué llevas ese estúpido disfraz de humano ?





-¿La busqueda de Dios es absurda?
-Lo es si todos morimos solos.



Hoy ha sido un día de cine... ya habrá otro día para criticarlo, pero me quedo con muy buen sabor de boca.

domingo, 10 de enero de 2010

Miradas.

- ¿Porqué me miras así?
- ¿Cómo te miro? te miro normal...
- No, no es normal, ¿miras asi a todo el mundo?
- No... a cada persona la miro de una forma
- ¿Y a mi como me miras?
(Silencio)
- Dime, ¿a mi como me miras?
- No se, según me inspire lo que veo
- ¿Y que te inspira?
- Es algo que se hace, no se puede decir.
- Bueno, pues haz lo que te inspire.