jueves, 31 de marzo de 2011

Unos cuantos montones de cosas.

Inquietud, afán de conocimiento, inteligencia, fuerza y querer crecer como persona.
No es mucho. Tampoco hacen falta unos cuantos montones de cosas aunque eso sería perfecto, pero no, no hace falta. Y en principio, son pequeñas cosas que, llámame ilusa, creo que todos deberíamos compartir.

Ayer hablaba con alguien de por qué la gente deja de estudiar. Me parece triste. Muy triste que conocer se haga meramente para encontrar trabajo y que luego se convierta en algo que como ya no es "necesario" no se hace. Lo dije, y lo seguiré diciendo: Te haces viejo. Sí. Te estropea, no creces y cuando se termina tu época de crecimiento es porque te has hecho viejo.

Tampoco entiendo la gente que no se interesa por la política o por la actualidad, por la sociedad, por los cambios necesarios... Vives en el mundo, no creo que haya opción de que te interese o no, es un interés general, común y prácticamente obligatorio.

De verdad que no lo entiendo, tío. Pero como esto millones de cosas. Me empiezo a plantear que intento imponer el modelo de persona que me gustaría encontrarme, pero ¿de verdad es tanto? quiero decir ¿no es normal que busque rodearme de gente así? ¿que espere que todos tengan que ser así? Todo sería más fácil y el mundo funcionaría mejor.

Luego hay pequeños detalles, que, tristemente pocos comparten, pero bueno, quizá eso sea pedir demasiado. Quizá tenga que replantearme mis requisitos, pero no, no quiero, porque sigo teniendo fe en la humanidad, aunque a veces me pregunte de donde coño la saco.

Además no, no voy a cambiar mis requisitos, no voy a rendirme. Nosotros queríamos cambiar el mundo y desde luego, no lo conseguimos. Ahora lo que intento, es que el mundo no me cambie a mí.

Tengo sueño, no sé lo que digo, pero necesito más gente como tú.

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